En búsqueda de pistas, Yoh y su grupo se topan con Lirilara quien es una descendiente de los Seminoas. A través de visiones, los chamanes descubren que Hao existió hace 500 años como un oficial del torneo y fue quien asesinó a los guerreros Seminoa. Durante estas visiones los chamanes sienten el dolor de los guerreros y luego de soportar varias veces logran descubrir cual es el camino a seguir. Anna y los demás están muy cerca de encontrarse con ellos.